LAS PESADILLAS INFANTILES I

        Nuestra mente no para aunque estemos durmiendo. Tanto, que podemos encontrar la solución a algún problema o una vía de escape a una situación difícil.
En  los niños,  las pesadillas pueden estar relacionados, con hábitos irregulares de dormir o con la ansiedad de irse a la cama. La hora de acostarse representa la hora de la separación.

Las pesadillas, pueden ser aterradoras para el/la niño/a y también para los padres. Los niños/as inseguros, preocupados o con ansiedad, tienen más probabilidades de tener pesadillas. Aunque el niño/a puede no ser capaz de indicar exactamente qué le está afectando, pueden sacarse algunas claves a partir de su comportamiento conversando con él. Las pesadillas son reacciones de miedo común y normal a los sueños desagradables. Se inician normalmente entre los 2 y 3 años de edad, teniendo su punto máximo a las edades de 4 – 6 años.

Las niñas suelen padecerlas más tarde que los niños. Un 28% de los niños/as de entre los 6 - 12 años, tienen pesadillas. Alrededor de los 10 años, la frecuencia de estos sueños desagradables se incrementa otra vez, para remitir más tarde. Las pesadillas difieren de los terrores nocturnos en que en las primeras, se acordará del sueño o de partes del sueño.

Las pesadillas ocurren durante el sueño ligero. En la mayoría de los casos los padres no deben preocuparse. Lo importante es saber qué se debe hacer. En las próximas entradas, ofreceremos  algunas sugerencias.